Una isla en la luna

Un escritor frustrado, una joven obstinada que busca el amor, una hechicera que cura y enferma; un crítico literario feroz; un antropólogo oportunista; y un espectador escindido que reseña la vida de tan lastimeras criaturas. Estos personajes arman lo que podría ser la historia de unos amores fatales, testimonio de un momento en el que los seres humanos pensaban que era posible transformar el mundo con la voluntad. Así, la joven rebelde que abandona el solar nativo, pretendiendo una vida apasionada, cae en un laberinto de perversidad; mientras el escritor que persigue la belleza, es víctima de delirios de grandeza y de abstracciones. Una isla en la luna indaga en la quimérica búsqueda del amor absoluto, y en la cara oculta de ese espejismo. La inmolación del ser que puede resumir el acto amoroso, conjuga felicidad y sufrimiento en una historia que por momentos muestra rasgos de novela gótica. Narrada desde la perspectiva de quien intenta en vano salvar a la muchacha de sus sueños, refiere el fracaso de una generación que quiso cambiar la forma de ver y de sentir, distorsionando las nociones del amor y de la libertad. Entre la parodia y la auto-ficción, la novela dialoga con la tradición literaria, enlazando el romanticismo con las propuestas vanguardistas, recurriendo a un lenguaje directo y un tono poético que hacen de la escritura una indagación estática y no nos deja indiferentes.